Hay nombres que no necesitan
presentación. Basta con pronunciarlos para que evoquen imágenes nítidas:
fuerza, elegancia, perfección. Numanthia y Ferrari, aunque nacidos en mundos
diferentes —uno entre viñas centenarias de Toro, en España; el otro entre motores
rugientes en Maranello, Italia— comparten una misma esencia: el culto al
detalle, la devoción por la excelencia y una pasión que trasciende el tiempo.
Donde el vino cuenta historias
antiguas
Numanthia no es solo una bodega.
Es un homenaje a una historia de resistencia: la de la ciudad celtíbera de
Numancia, cuyos habitantes prefirieron perecer antes que rendirse ante Roma. De
esa valentía toma su nombre este vino potente, intenso, forjado en un clima
extremo y cultivado en viñas prefiloxéricas, algunas con más de 120 años.
Cada botella es una oda al tiempo,
al suelo duro de Castilla y León, al sol que madura lentamente las uvas de
tinta de Toro. No se trata solo de beber, sino de escuchar. Porque el vino de
Numanthia no se bebe deprisa: se contempla, se huele, se deja hablar.
Dos caminos, una filosofía
El vino y la velocidad pueden
parecer opuestos. Uno invita a la calma, el otro al vértigo. Sin embargo,
Numanthia y Ferrari se encuentran en un punto común: el respeto por el legado,
la obsesión por la calidad, el amor por el arte. Ambos son testimonio de que la
excelencia no es casual, sino una elección diaria, una disciplina.
Son marcas que no solo venden
productos, sino que transmiten un estilo de vida. El que aprecia un Ferrari
entiende la precisión del detalle, el sonido del motor como música. El que abre
una botella de Numanthia comprende el valor del silencio, de lo profundo, de lo
que se guarda durante años para ser compartido en el momento perfecto.
El lujo entendido como
autenticidad
En un mundo saturado de marcas que
se visten de lujo sin comprenderlo, Numanthia y Ferrari destacan por su
autenticidad. No necesitan exagerar, ni seguir tendencias. Son clásicos
modernos: atemporales, icónicos.
Porque, en el fondo, ambos
representan algo más profundo que el lujo. Representan pasión. Y esa, como el
mejor vino o el coche más veloz, nunca pasa de moda. El pasado 27 de marzo tuvo
lugar un evento dedicado por Ferrari Approved con stock de vehículos approved
donde los invitados pudieron disfrutar de un tour de conducion hasta la
bodega de Numanthia. Donde respiraron lujo, pasión por el motor y el
gusto por el mejor vino.